Dispepsia

Intestino

Dispepsia

¿Qué es?

La dispepsia es un término que se utiliza ampliamente para describir cualquier tipo de molestia gastrointestinal. Distintos expertos han intentado encontrar una definición que englobe de forma más exacta el concepto, destacando la presencia de malestar o dolor abdominal centrado en la parte superior del abdomen, que suele tener una naturaleza crónica. Su elevada frecuencia conlleva un consumo considerable de recursos sanitarios y tiene un impacto importante sobre la calidad de vida y la productividad laboral del paciente. En ocasiones, los síntomas se presentan en individuos sanos y la mayoría de las veces carecen de significado patológico.

Definir qué síntomas dispépticos son banales y cuáles merecen evaluación y tratamiento no siempre es fácil, y suele ser el propio paciente el que debe tomar la decisión de consultar al médico. Los síntomas de la dispepsia pueden ser continuos o intermitentes, y estar relacionados, o no, con la ingesta de alimentos. Algunos de los más característicos son:1-4

  • Dolor o ardor en la parte superior del estómago, debido principalmente al reflujo gastroesofágico.
  • Sensación rápida de plenitud al comer, lo que también se conoce como saciedad.
  • Dolor de estómago que no está relacionado con las comidas o que desaparece al comer.
  • Náuseas.
  • Eructos y gases provocados al consumir ciertos tipos de alimentos o al comer demasiado rápido.
  • Distensión abdominal: hinchazón visible del abdomen.

¿Cuáles son sus causas?

Al tratarse principalmente de la aparición de síntomas gastrointestinales no demasiado definidos, puede tener numerosas causas. Algunas de ellas, si no se tratan a tiempo, pueden provocar una úlcera péptica:1-5

  • La infección bacteriana producida por Helicobacter pylori

    Es crónica y una de las causas más importantes de úlcera péptica. Si el paciente no recibe tratamiento para la infección bacteriana, los síntomas pueden acompañarle toda la vida e incrementar la probabilidad de desarrollar cáncer de estómago. Uno de los síntomas más característicos es la aparición de dispepsia.

  • La gastritis autoinmune

    Se presenta cuando el sistema inmunitario ataca a células sanas del revestimiento del estómago. La gastritis autoinmunitaria es crónica y normalmente no erosiva, pero puede producir dispepsia.

  • La gastropatía erosiva aguda

    Se produce cuando se reduce el flujo de sangre, impidiendo el correcto funcionamiento de los mecanismos de protección del estómago y permitiendo que los jugos gástricos entren en contacto directo con el revestimiento del estómago, dañándolo. Hay varias razones por las que se podría producir este tipo de gastropatía, pero la más común es el estrés o el consumo de sustancias como el alcohol, las drogas o los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como el ibuprofeno, el ácido acetilsalicílico o el naproxeno.

  • ERGE

    La inflamación del tejido del esófago provocada por la enfermedad por reflujo gastroesofágico también provoca dispepsia.

  • El consumo de AINEs

    Los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, el naproxeno o el ácido acetilsalicílico son fármacos que dañan la mucosa gástrica y pueden producir dispepsia, e incluso úlceras pépticas.

  • Una dieta desequilibrada

    Con abuso de grasas saturadas, sustancias estimulantes como la cafeína, demasiado ácidas como el vinagre, o picantes, puede a su vez, ser origen o favorecer la aparición de los síntomas de la dispepsia.

  • Las alteraciones enzimáticas

    Influyen directamente en la aparición de dispepsia. Nuestro organismo tiene una serie de enzimas y sustancias que nos permiten digerir los alimentos. En personas que tienen alterada la secreción enzimática, el proceso de digestión se complica, y pueden aparecer síntomas de dispepsia.

  • Trastornos psicológicos

    También se ha observado que existe una relación entre la dispepsia y los trastornos psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión.

¿Qué tipos existen?

Actualmente, la dispepsia se clasifica en función de si se conoce su causa o no. Siguiendo esta clasificación, encontramos 2 tipos de dispepsia:1-5

  • Dispepsia orgánica. Es aquella con una causa orgánica o metabólica identificada, como por ejemplo una infección por H. pylori o el consumo de AINEs.
  • Dispepsia funcional o no orgánica. Este tipo de dispepsia no tiene una causa conocida. Se considera un tipo de dispepsia benigna, habitual y se suele asociar con una dieta desequilibrada, estrés, atracones…

¿Cuál es su tratamiento?

Debido a su amplia sintomatología, existen diferentes tratamientos:1-6

  • Inhibidores de la bomba de protones (IBP), son fármacos como el omeprazol, el lansoprazol o el pantoprazol, capaces de reducir la producción de ácido.
  • Inhibidores de los receptores de histamina H2, al igual que los IBP, estos fármacos reducen la producción de ácido, pero con menor potencia. Dentro de este grupo de fármacos está la cimetidina y la famotidina.
  • Fármacos para combatir los gases, como la dimeticona, que producen cierto alivio al disolver y eliminar más rápidamente los gases intestinales.
  • Tratamiento antibiótico y sales de bismuto, en caso de detectarse la presencia de H. pylori, para su erradicación.1-6
  • Otros medicamentos para aliviar el dolor intestinal o el dolor en la parte superior del abdomen, o para evitar el vómito. Entre estos fármacos se encuentran los procinéticos, los antieméticos y algunos antidepresivos a dosis bajas.
Dispepsia

¿Qué medidas seguir?

Si frecuentemente se notan molestias gastrointestinales que pueden asociarse a algún tipo de dispepsia, es primordial pedir cita con un profesional sanitario. Una vez establecido el diagnóstico, debe seguirse el tratamiento pautado.1-6

En caso de sufrir una dispepsia funcional, es recomendable cambiar el estilo de vida, cuidando más la alimentación, abandonando el tabaco, evitando el consumo de alcohol y reduciendo el estrés.1-6

Existe una serie de preguntas que pueden ser de utilidad si ya se ha planificado una cita con el profesional sanitario:1-6

  • ¿Cuál puede ser la causa de los síntomas?
  • ¿Qué pruebas son necesarias hacer?
  • ¿Es una afección temporal o crónica?
  • ¿Cuál es el mejor plan de acción?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque primario indicado?
  • Si se padecen otras enfermedades, ¿cuál es la mejor manera de controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Se debe respetar alguna restricción?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarse? ¿Qué sitios web se recomiendan?